Excursión a Huanta y cueva de Piquimachay

La aventura inicia temprano en la vibrante mañana de la Plaza de Armas de Ayacucho, marcando el punto de partida de una jornada que promete ser inolvidable. A las 8:00 en punto, comenzamos nuestra excursión hacia el corazón de la historia prehispánica y la riqueza cultural de la región. Nuestro primer destino es la enigmática cueva de Piquimachay, un sitio que ha cautivado la curiosidad de arqueólogos y aventureros por igual.

La excursión a la cueva de Piquimachay se presenta como una oportunidad única para sumergirse en los misterios del pasado. Mientras avanzamos por sus distintos estratos, podemos apreciar capas de historia que se remontan a distintas épocas, revelando información invaluable sobre las primeras etapas de la ocupación humana en la región. Esta visita guiada permite a los participantes explorar en profundidad y bajo la experta dirección de un guía, quien comparte conocimientos sobre los hallazgos arqueológicos y la importancia de este sitio.

Tras nuestra inmersión temporal en la cueva de Piquimachay, la excursión prosigue hacia el pintoresco municipio de Huanta, conocido afectuosamente como "La Esmeralda de los Andes". La caminata hasta Huanta ofrece paisajes que son un festín para los sentidos, con vistas panorámicas que hacen evidente por qué este lugar ha capturado el corazón de viajeros de todos los rincones. Al llegar, nos embarcamos en un recorrido por sus lugares más emblemáticos, dejándonos envolver por la calidez y hospitalidad de sus habitantes.

Una visita guiada por Huanta permite a los visitantes descubrir el alma de la ciudad, deteniéndonos en sitios de importancia cultural y histórica. Sin embargo, uno de los momentos más esperados es la degustación de licores típicos. Esta experiencia ofrece un sabor auténtico de la tradición local, invitando a los viajeros a degustar bebidas elaboradas con recetas que han pasado de generación en generación.

Finalmente, nuestra excitante jornada culmina con una visita a la encantadora catarata de Aqocacha. Este oasis natural sirve como el perfecto broche de oro a un día lleno de exploración y descubrimiento. La serenidad del lugar, combinada con el sonido relajante del agua cayendo, proporciona un momento de reflexión y conexión con la naturaleza.

La excursión desde la Plaza de Armas de Ayacucho hasta la cueva de Piquimachay, pasando por la ciudad de Huanta y culminando en la catarata de Aqocacha, ofrece una experiencia completa que satisface tanto el deseo de aventura como la sed de conocimiento cultural e histórico. Este itinerario no solo revela la belleza natural e histórica de la región, sino que también brinda una visión íntima de la vida en las tierras andinas.