Tour por la Murcia masónica

El guía te estará esperando en la Calle Real 44 de Cartagena, Tourism Store, para comenzar este paseo guido con el que seguirás el críptico rastro que han dejado en la ciudad los masones, los miembros de la sociedad secreta más importante y misteriosa de la historia. Esta influyente institución que ha movido los hilos de la política y la economía desde la sombra en todo el mundo ha dejado símbolos e iconos que podrás ir descubriendo en algunos de los rincones más famosos de la ciudad.

Comenzarás a profundizar en la apasionante historia de la masonería en la misma plaza, junto al elegante Teatro Romea, el corazón cultural de la ciudad. Frente a su fachada coronada por bustos de Beethoven, Mozart y Liszt. ¿Sabías que Mozart fue un importante miembro de la masonería? Presta atención a la fachada, el guía te señalará un elemento que está relacionado con esta enigmática institución.

Después, pasearás por la emblemática Calle Trapería hasta llegar al Real Casino de Murcia. Las elegantes salas de edificio eran punto de encuentro de los principales intelectuales y personas influyentes de la ciudad durante el siglo XIX. Y, sí, lo has adivinado, algunos de los más importantes pertenecían a logias masónicas. El guía te contará curiosidades sobre algunos de ellos y te ayudará para que encuentres en la fachada del Casino pistas sobre su legado masónico.

Finalmente, te acercarás hasta el Palacio Almudí y la antigua Casa de Justicia. Este último edificio hoy en día es la sede del colegio de arquitectos de la ciudad. No es casualidad que sea el final del tour guiado, ya que la simbología masónica está muy relacionada con los trabajos de construcción, de ahí que muchos símbolos hayan quedado reflejados en la arquitectura de importantes edificios. De hecho, la escuadra y el compás (herramientas fundamentales durante siglos en el diseño y la arquitectura) son los principales símbolos de la masonería y, además, una de las figuras clave de su ideología se conoce como "el gran arquitecto del Universo". ¡Todo encaja!