Budapest es sinónimo de baños termales; y es que Hungría tiene la mayor concentración de termas naturales del mundo después de Islandia. No hace falta decir que los balnearios se han convertido en una parte fundamental de la cultura húngara y que ningún viaje a Budapest está completo sin un baño relajante en una de sus termas históricas. Sin embargo, si es la primera vez que vas a disfrutar de las aguas termales de Budapest, hay algunas cosas a tener en cuenta para navegar por el mundo a veces confuso de la cultura del baño húngaro.
Primero, debes saber prácticamente todos los baños termales en Budapest son mixtos. La única excepción son los Baños Rudas, que están abiertos solo para los hombres los lunes, miércoles, jueves y viernes, y los martes están reservados solo para mujeres. Dicho esto, el baño está abierto a todos los usuarios sin importar el sexo durante las noches y los fines de semana.
En segundo lugar, quizás te preguntes: ¿qué debo traer?. Casi todo lo que necesitas para visitar las termas de Budapest se puede alquilar en la recepción por un pequeño coste. Aún así, lo mejor es que traigas tu propio bañador y chanclas. Los bañadores son obligatorios en todos los baños de la ciudad, excepto en los días separados por sexo en los Baños Rudas, donde tendrás la opción de bañarte a la manera tradicional con un taparrabos o bata. También puedes alquilar una toalla por una pequeña tarifa, pero, sinceramente, no son de mucha calidad, por lo que te recomendamos que lleves una tuya. Por otro lado, no es obligatorio llevar gorro de baño en ninguno de los baños termales, aunque sí es requerido en las piscinas de natación que hay en algunos de ellos.
Finalmente, el tema de las taquillas (cuyo sistema tradicional solía ser bastante confuso para muchos viajeros) se ha resuelto con el uso de un brazalete electrónico con el que puedes abrir y cerrar tu taquilla. Así se hace en todas las piscinas de Budapest, excepto en el Balneario Gellért, que aún utiliza el sistema tradicional. Si te bañas en el Balneario Gellért, simplemente busca una taquilla libre y cuando termines de cambiar, avisa a un empleado que te la cerrará.
Ahora que conoces a la perfección el protocolo de los baños húngaros, es el momento de decidir qué baño visitar. El balneario más famoso de Budapest es, sin, duda los Baños Széchenyi, un extenso complejo en el Parque Városliget. Este balneario ofrece una amplia variedad de piscinas interiores, masajes y tratamientos, pero lo más destacado son las enormes piscinas al aire libre que están abiertas durante todo el año. Si estás de visita en invierno, disfrutar de un relajante baño en aguas a 38 grados mientras la nieve cae suavemente a tu alrededor es una experiencia inolvidable.
Otra de las termas famosas de Budapest es el Balneario Gellért, un elegante balneario ubicado en el histórico Hotel Gellért, a orillas del Danubio. Aunque su emblemática piscina flanqueada por columnas y estatuas es en realidad una piscina de agua fría, el establecimiento cuenta con varios baños de diferentes temperaturas en los que podrás relajarte bajo los coloridos techos Art Noveau, así como con una gran piscina al aire libre abierta durante los meses de verano.
Uno de los balnearios favoritos de los locales es el Balneario Lukács, un complejo histórico cerca de la Isla Margarita. Aunque no es tan bonito como los baños de Gellért o Széchenyi, Lukács sobresale por su amplia variedad de tratamientos, que van desde piscinas termales y saunas hasta una cámara de sal del Himalaya que ayuda a los clientes con enfermedades respiratorias.
La preciosa arquitectura de los baños de Budapest es todo un regalo para los ojos, ya que que muchos de ellos se construyeron en la época en la que la ciudad pertenecía al imperio otomano. Los Baños de Rudas, con su impresionante piscina octogonal y su cúpula turca, son uno de los más bellos de la ciudad, mientras que los Baños Kiraly son quizás lo más parecido que hay a un baño turco del siglo XVI. Otra opción muy especial son los Baños Veli Bej, en el Hotel Csaszar. Aunque fue uno de los primeros baños turcos de Budapest, ha sido renovado por completo y cuenta con una piscina octogonal rodeada de arcos y coronada por una gran cúpula otomana.
Finalmente, para los viajeros más jóvenes, una de las experiencias más inolvidables es asistir a una fiesta de balneario en Budapest (conocida localmente como un "SPArty"). Estas increíbles fiestas se realizan los fines de semana en los baños Széchenyi y Lukács. En ellas podrás beber, bailar y bañarte en las piscinas al aire libre mientras disfrutas de música electrónica y una iluminación muy especial.