20 preciosos pueblos cerca de Roma

Si quieres descubrir lo que esconden los alrededores de Roma, Anguillara Sabazia es parada obligatoria. Asentada sobre un pequeño monte, tiene a sus pies el impresionante Lago di Bracciano, uno de los más importantes de Italia. Puedes comenzar tu visita desde la Porta romana, subir por la vía della Colegiata y llegar a la iglesia de La Colegiata. Desde allí podrás disfrutar de unas vistas increíbles al monte Sabatini y a las callejuelas de un pueblo completamente medieval.   

Entre Roma y Florencia, encontramos Civita di Bagnoregio, condenada al olvido por los diversos corrimientos de tierra y terremotos que han provocado la bajada de habitantes. Se accede a través de un puente peatonal, desde el que podrás admirar un pueblo que parece sacado de una película de fantasía. Es todo un privilegio caminar por sus calles, ya que conserva tanto su arquitectura original como algunas reliquias, en la Iglesia de San Donato. Si quieres saber de qué se trata, visita este pueblo antes de que desaparezca.

Escondida entre la frondosidad de las montañas de la provincia de Frosione, se encuentra Arpino. Quizás te suene el nombre, ya que fue aquí donde nació Cicerón, uno de los filósofos romanos más famosos de la historia. Arpino cuenta con un gran legado artístico, por lo que el viajero puede pasar horas visitando varios de sus museos. Además, ha sido premiado por la buena conservación de su patrimonio artístico y cultural. No te vayas de Arpino sin antes visitar la Piazza del Municipo o la Cascata Isola del Liri ¡te encantará!

¡Viajero! Coge el bañador, que nos vamos a Bolsena. Este pueblo de ambiente medieval está a orillas del Lago de Bolsena, uno de los más grandes de Italia. Dentro del pueblo, no puedes perderte la Capilla del Milagro, la Iglesia de Santa Cristina y el Castillo Rocca Monaldeschi, que hace siglos sirvió para defender al pueblo de las invasiones bárbaras. El atractivo turístico del pueblo es su lago, allí podrás disfrutar de un baño en sus aguas o de un paseo por su pequeño puerto antes de volver a Roma.

A los pies del Monte Cairo se encuentra este pueblo-ciudad reconstruido casi en su totalidad debido a los diversos bombardeos que sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Cassino destaca por ser destino Erasmus y por las fiestas que suele preparar los fines de semana. Su enclave más conocido es la Abadía de Montecassino, puedes llegar en autobús o haciendo una ruta de senderismo. Una vez allí, deja la mochila en el suelo y disfruta de las vistas al valle latino, donde un día se disputaron terribles batallas.

A unos cuarenta kilómetros de Roma encontramos un pueblo que volvió a la vida gracias a sus bohemios habitantes y  turistas. Te sentirás atrapado en un cuento una vez entres por su única puerta de acceso. Esto se debe a que Calcata conserva su encanto original, con calles estrechas y pasadizos, que transportan al viajero al pasado. Tanto es así, que ha sido elegido para el rodaje de distintas películas por su belleza y encanto. ¿Quién sabe? Quizás al visitarlo te conviertas en toda una estrella de Hollywood.

Dentro de una gran muralla aguarda el legado etrusco de un pueblecito lleno de rincones impresionantes. Orvieto se caracteriza por ser uno de los pueblos cerca de Roma en tren, ya que se encuentra a una hora escasa de la capital y el coste del billete no es demasiado elevado. El pueblo se sostiene por una roca perforada por pozos como el de San Patrizio y contiene joyas arquitectónicas como el Palacio del Popolo o la Catedral de Orvieto. Solo te queda ir y caminar por la villa para descubrir todos sus encantos.

Visitar un pueblo que parte de la construcción de un palacio es posible solo en Caprarola. El pueblo está a los pies del Palacio Farnesio y a partir de allí se fue edificando el resto. Su máximo esplendor se dio en el siglo XVII, momento en el que la familia Farnese decidió ampliar la ciudad. Además del espléndido palacio y sus jardines, son de visita obligatoria la Catedral de San Miguel y la calle Nicolai, la principal, donde podrás degustar dulces elaborados con avellanas, muy típicas en esta zona.

A unos cuarenta kilómetros de Roma y con acceso tanto en coche como en transporte público, se encuentra un pueblo que cuenta con un patrimonio artístico y arquitectónico infinito. En Tivoli se pueden visitar lugares como la Villa del Este, reconocida como Patrimonio de la Humanidad. Además, es interesante descubrir los restos de distintos templos como el de Vesta o Sibila o el anfiteatro romano. Si el viajero se adentra lo suficiente, no sabrá si sigue en Tivoli o ha vuelto a Roma por arte de magia.

Si no crees en el amor a primera vista, en cuanto conozcas Castel di Tora cambiarás de opinión. Considerado como uno de los pueblos más bonitos de Italia, es uno de esos lugares ideales para visitar si no sabes qué hacer en Roma en un día, ya que su casco antiguo se recorre en poco tiempo. A medida que avanzas descubrirás rincones como la Iglesia de Sant Giovanni o la Fuente de Tritón que son parte de una caja de sorpresas, con vistas a la montaña, que enamora a cualquiera que por allí se atreve a pisar.

A poco más de una hora de Roma se encuentra Alatri, un pueblo donde la arqueología y la historia van de la mano y acompañan a los visitantes durante toda su estancia. Su símbolo es la Puerta Mayor que da acceso a la acrópolis por la parte sur. La acrópolis es de estilo prerrománico, está rodeada por una gran muralla y situada en la parte más alta del pueblo. Si das un buen paseo, podrás conocer los distintos palacios e iglesias que aportan un gran valor a un lugar que hace siglos tuvo una gran influencia en la zona.

En la frontera entre la región de Lacio y Campania se encuentra Gaeta, uno de los pueblos cerca de Roma con playa que impresiona a cualquier curioso, por su belleza y su enclave único y de ensueño. Es el lugar favorito de veraneo para muchos turistas, algo que no es de extrañar cuando además de disfrutar de playas como la de Serapo Gaeta, pueden visitar rincones únicos como la Montaña Partida, que esconde distintos mitos y leyendas, o la Cueva del Turco, donde el mar es capaz de hipnotizar a cualquier viajero.

Sobre el punto más alto de la provincia de Roma, descansa este pueblo que más bien podría ser un museo al aire libre. Cervara di Roma, conocida también como “el país de los artistas” cuenta con la Escalera de la Paz o la Escalera del Artista, ambas llenas de obras de arte que nacieron gracias a la inspiración que evoca este lugar. Además, si has decidido que es aquí donde quieres descubrir cómo es la provincia de Roma de noche, mejor coge una chaquetita porque tiene pinta de que refresca. 

Junto al río Aniene y famoso por su cultura de los monasterios, encontramos Subiaco un pueblo no muy alejado de Roma y con buena conexión en transporte público. Subiaco cuenta con una zona baja y otra alta, esta última está llena de cuestas que merece la pena subir si la recompensa es visitar el palacio Rocca dei Borgia. Tampoco puedes perderte el Monastero di San Benedetto, construído dentro de la montaña o la fortaleza del pueblo, ubicada dentro de un casco histórico que no deja indiferente a nadie.

Si tu idea es visitar Roma en 4 días o más, seguro que puedes sacar un hueco para descubrir Nemi y sé que no te arrepentirás. Está a tan solo 30 kilómetros de Roma y es conocido por el cultivo de la fresa, de la cual sacan distintos productos como licores o dulces. Es evidente que Nemi es el destino perfecto para los foodies que pueden deleitar a su paladar mientras descubren lugares como el casco histórico, el lago y la estatua de la diosa Diana, que guarda un mito que solo descubrirás si decides visitarla.

Durante todo el post, hemos hablado de pueblos con ambiente medieval, pero sin duda Sermoneta se lleva la palma. A tan solo cuarenta minutos de la capital, presume de ser un viaje a la Edad Media sin precedentes. Con una arquitectura bien conservada, y una historia y gastronomía envidiables, Sermoneta ofrece a los miles de turistas que la visitan lugares únicos como el Castillo Caetani o la Abbazia di Valvisciolo a los que se accede por escalinatas infinitas que un día pisaron nuestros antepasados.

Al norte de la provincia de Roma aguarda Viterbo, caracterizado por ser la residencia de papas hace unos cuantos siglos. Cansados del bullicio de la capital, decidieron trasladarse al Palacio de los papas y comenzar allí una vida alejada de los focos. El legado religioso de Viterbo es firme, siendo la Catedral de Viterbo imprescindible en tu itinerario. Se encuentra en una de las muchas plazas que componen el casco antiguo del pueblo, protegido por una imponente muralla ¿serás capaz de traspasarla?

Muy cerca de Roma encontramos este maravilloso pueblo, cuya belleza no solo reside en su interior, sino también en sus alrededores. Una vez te adentras en Campagnano su núcleo urbano te sorprenderá, ya que es de origen medieval y lo conforman una serie de torres y edificios históricos como La Colegiata o el Palazzo Venturi, actualmente lleno de eventos culturales. En sus alrededores, se pueden realizar rutas a las cascadas del Monte Gelato o pruebas de conducción para profesionales de la Fórmula 1.

Para terminar con buen sabor de boca y que decidas que este verano vas a descubrir Roma en 5 días, te voy a presentar Sperlonga. Este pueblecito costero muy cerca de Roma es pura magia, por el simple hecho de que mires a donde mires sólo verás el mar. Recorrer su centro histórico con la brisa marina de fondo, mientras disfrutas de un buen helado italiano es todo un planazo. No olvides visitar la Grotta e Villa di Tiberio antes de ir a la Bahía de las Sirenas a estirar la toalla y disfrutar de un buen chapuzón.