Ruta gastronómica por Budapest en un viaje corto
Budapest es un festín para los sentidos, y su oferta gastronómica es imprescindible en un viaje breve. Comenzar en el Mercado Central es ideal, donde se pueden degustar productos locales y platos tradicionales como el goulash y la salchicha húngara. Al caer la tarde, Gozsdu Courtyard ofrece un ambiente vibrante, perfecto para tapas y vinos. No te pierdas Szimpla Kert, un ruin pub emblemático que fusiona la cultura con la comida callejera. Para un final dulce, prueba los pasteles en una de las muchas confiterías que salpican la ciudad, como Gerbeaud.
Budapest se revela como un destino inolvidable, donde cada rincón cuenta una historia y cada sabor despierta los sentidos. A través de un recorrido que abarca desde el majestuoso castillo de Buda hasta el bullicio de los mercados y la tranquilidad de los baños Széchenyi, es posible vivir la esencia de esta capital. En solo 48 horas, la magia del Danubio deja una huella imborrable.