¿No sabes qué hacer en Huesca con niños?
Huesca es una provincia de contrastes en la que se encuentra el gran sistema montañoso del Pirineo aragonés. Es perfecta para visitarla con niños, ya que son muchas las actividades que se pueden hacer.
Darse un baño en el salto de Bierge, creerte una bruja en la cueva de las Güixas o admirar maquetas pirenaicas de hasta 100 metros de longitud son algunas de las recomendaciones si viajas a esta extraordinaria región.
¿Qué hacer en Huesca en invierno?
Una de las postales más bucólicas del territorio oscense es la Estación Internacional de Canfranc, que se encuentra junto a la frontera de Francia. Sin duda, es un lugar imprescindible que ver en Huesca con niños, ya que se entremezclan historia y naturaleza.
Otras opciones para hacer con niños en el Pirineo de Huesca son sus estaciones de esquí, como la de Cadanchú o Formigal. Derraparás por las pistas descargando toda la adrenalina.
Si te encanta la naturaleza, hacer una ruta de trekking por el valle de Benasque puede ser una opción perfecta. Mientras caminas entre densos bosques de pinos negros, abetos y hayas, estarás bajo la sombra del Aneto, la Madaleta o el Posets. Durante la ruta exploradora, no será difícil ver quebrantahuesos, marmotas o perdices.
Si no sabes qué hacer en Huesca con niños, te aseguramos que el Museo de los Dinosaurios de Arén te va a encantar. Allí se encuentran diferentes fósiles con miles de años de antigüedad, además de restos de tortugas y cocodrilos. ¿Lo mejor? Aquí se puede observar el descubrimiento de una nueva especie, el Arenysaurus, que llegó a medir hasta seis metros. Te puedes acercar a la maqueta expuesta sin miedo, era herbívoro.
En pleno Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara se encuentra el salto de Bierge, una caída de ocho metros que va a dar a una poza de aguas turquesas. En los alrededores se puede hacer barranquismo, uno de los reclamos para los que quieren descargar toda la adrenalina. Si tienes ganas de relajarte, podrás tomar el sol rodeado de encinas y sabinas.
Cámara en mano, así es como debes visitar la Estación Internacional de Canfranc, un monumento declarado Bien de Interés Cultural. Este gran edificio inaugurado en 1928, que se parece más a un palacio, es una estructura que mezcla a la perfección la piedra, el hierro y el cristal. Su ubicación en pleno Pirineo francés y español lo convierten en un lugar de gran valor geográfico.
Te quedarás con la boca abierta cuando entres a la cueva de las Güixas, un recorrido de 800 metros visitables repletos de formaciones geológicas de lo más curiosas. Se cree que estaban habitadas desde el Eneolítico, incluso se encontró una moneda romana con el busto de Arcadio. Cuentan los locales que entre los siglos XV y XIX se usaba para hacer aquelarres de brujas. ¡No te lo puedes perder!
El sendero de las Gorgas del Alba es un camino circular no muy lejos de Benasque en el que, durante una hora, podrás descubrir la flora de la zona: pino negro, abeto o tejo. A lo largo de la travesía, también divisarás diferentes cascadas del río Ésera. A mitad de camino, se encuentra un espeso bosque de hayas con paneles informativos. Si te gusta descubrir la montaña, no te pierdas 10 rutas de senderismo, excursiones en Huesca.
La estación de esquí de Cadanchú es una de las más antiguas de España y, debido a su ubicación en plenos Pirineos, se ha convertido en un lugar idóneo para practicar este deporte. Pistas verdes, rojas, azules y negras se reparten por toda la estación, opciones para todos los niveles. No te lo pienses, es uno de los mejores planes que hacer en Huesca con niños en invierno y uno de los mejores rincones para disfrutar de la nieve en Huesca.
La fortaleza románica mejor conservada de Europa se encuentra en Loarre. Su ubicación en lo alto de un peñasco calizo lo convirtió en un lugar estratégico desde su construcción en el siglo XI. Este castillo está lleno de enigmas, secretos, curiosidades y leyendas, como los tres monos que se encuentran en la portada principal: uno se tapa la boca, otro los ojos y el tercero los oídos. Esto era para que nadie hablara de lo que ocurría murallas hacia dentro. Si te gusta este magnífico enclave, no te puedes perder los 15 pueblos con encanto en Huesca.
La estación de esquí de Formigal es la segunda mayor de España, sus 137 kilómetros esquiables dan fe de ello. Sus grandes desniveles, que van desde los 1500 metros de altitud hasta los 2250 hacen las delicias de los esquiadores expertos. Aunque para los más pequeños la diversión también está asegurada, ya que posee una pista para trineos y una ruta de raquetas de nieve muy divertida.
¿Sabes lo que es un ibón? Son unos lagos glaciares pertenecientes a las montañas aragonesas que tendrás la oportunidad de ver en la ruta de los ibones de Alba. Saliendo desde el hotel Baños de Benasque, irás ascendiendo en una ruta en zigzag para ver estas cristalinas lagunas donde habita el tritón pirenaico. Esta zona también es conocida por los escaladores, si te gusta este intrépido deporte, no te pierdas los mejores rincones de escalada en Huesca.
El bioparque de Lacuniacha está conformado por 30 hectáreas donde cohabitan diferentes especies autóctonas tanto vegetales como animales. Esta reserva natural del valle de Tena acoge linces, ciervos, cabras, lobos, muflones y hasta osos. Si eres una persona comprometida con el medio natural y la biodiversidad, puedes apadrinar un ejemplar durante 12 meses y colaborar con la supervivencia de los hábitats naturales. Si no sabías qué hacer en Huesca con niños, esta experiencia es ideal.
En medio de la comarca de Sobrarbe se halla el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. En este entorno natural único pirenaico, se encuentra la cascada Cola de Caballo, a más de 1800 metros de altitud y con una extraordinaria caída de 54 metros. La ruta que te llevará hasta esta maravilla natural tiene miradores desde donde podrás ver la cumbre del célebre Monte Perdido. Seguro que no dejas de hacer fotos en todo momento.
No hay mejor plan para hacer en Huesca con niños que visitar Pirenarium, un parque temático situado en Sabiñánigo. Allí se encuentran hasta un total de 120 maquetas de diferentes lugares de la región. ¿Sabías que aquí está la mayor maqueta de Europa? Se trata de una réplica de 100 metros de longitud de la cordillera pirenaica.
La ciudadela de Jaca es una construcción militar construida en 1592 para defender el territorio de los vecinos franceses. La fortaleza tiene forma de estrella, muy común en el trazado italiano y se mantiene prácticamente intacta hoy en día. En su interior, exactamente en la sala de batallas, se ubica una exposición permanente con diversas obras donadas por Pedro Ramón y Cajal.
Diseñado para la relajación, así se presenta el Balneario de Panticosa, un enclave ideal para desconectar de todo y sumirse en el más profundo descanso. Hasta seis fuentes medicinales nutren las caldas, que llegan a los 53ºC. Este lugar está enfocado para personas con enfermedades reumáticas, asmáticos y para todo aquel que quiera olvidar el estrés. ¿Quieres evadirte del mundanal ruido?
Ya no tienes excusa para exprimir al máximo tu escapada a Huesca y disfrutar de los rincones más emblemáticos y mágicos de la provincia.