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Los 15 atardeceres más bonitos de Italia
Los 15 atardeceres más bonitos de Italia

Los 15 atardeceres más bonitos de Italia

María Castán
María Castán

Atardeceres inolvidables en las costas italianas

En las costas italianas se pueden encontrar atardeceres que dejan una impresión duradera. En la Plaza Michelangelo, con vista a Florencia, los tonos naranjas y rosados tiñen el horizonte al caer el sol. En la Scala dei Turchi, el contraste del blanco de los acantilados y el azul profundo del mar crea un espectáculo visual impresionante. Lugares como el Archipiélago de la Maddalena y la Laguna di Orbetello ofrecen paisajes idílicos, ideales para disfrutar de la magia del ocaso.


Plaza Michelangelo, por Alfonso Maseda Varela
Plaza Michelangelo, por Alfonso Maseda Varela
Ponte Vecchio, por GLORIA BLASCO ALONSO
Ponte Vecchio, por GLORIA BLASCO ALONSO
Scala dei Turchi, por Alexis Delespierre
Scala dei Turchi, por Alexis Delespierre
Terraza del Pincio, por AlexSandro
Terraza del Pincio, por AlexSandro
Vulcanelli di macalube, por Kévin Guillois
Vulcanelli di macalube, por Kévin Guillois
Tres Cimas de Lavaredo, por Luca Benini
Tres Cimas de Lavaredo, por Luca Benini
Puerto de Trani, por Stefano De Cillis
Puerto de Trani, por Stefano De Cillis
Valles de Comacchio, por Vanni Lazzari
Valles de Comacchio, por Vanni Lazzari
Laguna di Orbetello, por carooola
Laguna di Orbetello, por carooola
Piazza dei Miracoli, por Francesco Grasso
Piazza dei Miracoli, por Francesco Grasso
Plaza de San Marcos, por Jude Ted Attard
Plaza de San Marcos, por Jude Ted Attard
Archipiélago de la Maddalena, por naxos
Archipiélago de la Maddalena, por naxos
Lago Maggiore, por Sara Mail
Lago Maggiore, por Sara Mail
Lago de Garda, por Néstor González
Lago de Garda, por Néstor González
Salinas de Trápani, por Gabriele Sabia
Salinas de Trápani, por Gabriele Sabia

Embriagarse con los atardeceres en Italia es sumergirse en un mundo de colores y emociones. Cada destino, desde la Plaza Michelangelo hasta Lago Maggiore, presenta una travesía visual que invita a la contemplación. Tal belleza efímera no solo deja recuerdos, sino que también conecta el alma con la esencia del país. Italia, un lienzo vibrante donde cada ocaso es una obra maestra que merece ser vivida.