Cosas que se pueden ver y hacer en Santiago del Teide
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Lugares turísticos de Santiago del Teide
Situado en la isla de Tenerife, Santiago del Teide goza de un clima privilegiado con temperaturas medias anuales que rondan los 20ºC. Son varios los pueblos que forman el municipio y que ver en Santiago del Teide. Las Manchas, Arguayo, el Molledo, el Retamar, Tamaimo, Puerto de Santiago, Acantilado de los Gigantes y Santiago del Teide, capital que da nombre al municipio.
Santiago del Teide es un municipio que ha sabido conservar y proteger muy bien tanto el medio ambiente como todas sus tradiciones culturales, esto, junto con sus buenas infraestructuras y edificaciones de poca altura, siempre dejando enormes espacios verdes y una amplia oferta de ocio y actividades al aire libre, han hecho que Santiago del Teide capital, sea uno de los sitios que ver en Santiago del Teide más aclamados por los visitantes que llegan a la isla de Tenerife. En la capital del municipio lo más remarcable que visitar en Santiago del Teide es su casa consistorial de estilo canario y varias obras pictóricas del siglo del XVIII.
Varios son los lugares de gran interés turístico que bien merecen una visita, como el Volcán Chinyero, situado junto al famoso Teide. Las siguientes cosas que ver en Santiago del Teide son el Acantilado de los Gigantes y la Playa la Arena. El Acantilado de los Gigantes es un impresionante acantilado de 600 metros de altitud que cae en vertical sobre el inmenso Océano Atlántico y el puerto deportivo de Los Gigantes, desde el puerto pueden practicarse una gran variedad de deportes como la pesca, el submarinismo y otros muchos deportes náuticos más. Es una de los lugares que ver en Santiago del Teide más impresionantes. La Playa de la Arena está considerada una de las mejores que hay en Santiago del Teide por todas las ofertas y actividades que se ofrecen a sus visitantes.
Hay muchísimas cosas que hacer en Santiago del Teide hoy en día, el municipio ha sabido adaptarse a la gran cantidad de turistas que acoge todos los años pero sin perder su contacto con la inmensa naturaleza de las laderas del volcán más elevado de España.