Ya sea en bici, en barco o a pie, sumergirse en el ambiente de las calles de la capital holandesa es una experiencia que hay que vivir al menos una vez en la vida. Aquí tienes los mejores rincones que ver en Ámsterdam y sus alrededores para descubrir sus canales, barrios y museos de fama mundial.
Ámsterdam es la capital de Holanda y una de las ciudades con más encanto de Europa. Aunque no tiene enormes monumentos como otras ciudades, sus encantadores canales, su centro histórico y su ambiente y cultura únicos la convierten en uno de los destinos más atractivos del mundo.
Sin duda, uno de los imprescindibles de Ámsterdam es la Plaza Dam, el corazón de la ciudad. Aquí podrás encontrar rincones como el impresionante Palacio Real de Holanda y el Monumento Nacional, y podrás acercarte caminando hasta el famoso Barrio rojo. En toda visita a la ciudad tampoco pueden faltar los prestigiosos museos de la plaza Museumplein, el Mercado de las Flores repleto de tulipanes de colores o la divertida Heineken Experience, una exposición dedicada a esta famosa marca holandesa de cerveza. La histórica Casa de Ana Frank es otro de los lugares para visitar en Ámsterdam más emblemáticos. Cada año millones de viajeros recorren las habitaciones de la casa en la que esta joven holandesa se escondió durante años de los nazis.
Para muchos lo mejor de Ámsterdam, el gran rasgo que define la ciudad, son sus canales. Más de 100 kilómetros de canales atraviesan y estructuran el gran centro histórico de la ciudad dando lugar a un paisaje urbano único que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. En las orillas de los principales canales, Keizersgracht, Herengracht y Prinsengracht, podrás ver alguno de los lugares de interés de la ciudad, y preciosas mansiones, casas flotantes, y un tráfico constante de embarcaciones. De hecho, ¡muchos conocen a la capital holandesa como la “Venecia del norte”!
Si los canales son los protagonistas de todos los recorridos turísticos de la ciudad, los museos no son menos. Y es que una de las mejores cosas para hacer en Ámsterdam, es acercarse hasta la Museumplein para disfrutar de las colecciones de algunos de los mejores museos del mundo. En el RIjksmuseum podrás admirar las mejores obras de los maestros flamencos de la pintura, en el Museo Van Gogh profundizarás en la figura del genio neerlandés, y si prefieres el arte moderno, Stedelijk es el museo perfecto para tí. Además de estos museos, no te pierdas el Museo Rembrandt (una casa-museo dedicada a la vida y obra del artista), la curiosa iglesia clandestina en un ático conocida como Amstelkring o el Museo NEMO de Ciencia y Tecnología. Si eres una persona creativa, seguro que también te encantarán el EYE Filmmuseum, para hacer un viaje por toda la historia del cine y el FOAM, uno de los mejores museos de fotografía de Europa.
Lo que hace más especial a Ámsterdam es su ambiente, los artistas callejeros, viajeros de todo el mundo... por eso una de las mejores cosas para ver en Ámsterdam son sus barrios. Perderse entre las callejuelas y canales del Barrio Rojo, en pleno centro histórico, es una cita obligada para todos los viajeros que pasan unos días aquí. Seguro que has oído hablar mucho de este barrio, pero, en este caso, ¡la realidad supera las expectativas! Tómate un descanso en los mejores coffee shops, pasea entre los escaparates con las luces rojas que dan nombre al barrio, y visita rincones tan curiosos como La Condomerie o el Sexmuseum Amsterdam. Además, aunque pueda resultar sorprendente aquí también podrás visitar algunos monumentos históricos como la impresionante Basílica de San Nicolás, el Museo Amstelkring o la Oude Kerk, la principal (y más antigua) iglesia de la ciudad.
Además del Barrio Rojo, otra de las zonas con más ambiente de la ciudad es Leidseplein. En esta plaza podrás disfrutar de las actuaciones de artistas callejeros, hacer compras, e incluso salir de fiesta. Otro de los barrios que no te puedes perder es Jordaan, la parte más bohemia de la ciudad. Atravesado por Brouwersgracht, el canal más bonito de Ámsterdam, este distrito es perfecto para tomar algo en sus cafeterías y chocolaterías —la tarta de manzana de WInkel 43 es legendaria—, visitar la Casa de Ana Frank, o hacer unas compras en sus tiendas vintage.
Y es que uno de los sitios más turísticos de Ámsterdam son sus famosos mercados y sus calles de tiendas. De hecho en el mismo Jordaan podrás encontrar Noordermarkt, un mercadillo increíble, y las Nueve Calles, el corazón comercial de la ciudad, repleto de tiendas vintage y comercios con prendas de grandes diseñadores. En otras zonas de Ámsterdam también encontrarás alternativas si te apetece ir de shopping. Pasea entre los más de 300 puestos del enorme Mercado Albert Cuyp, prueba las recetas internacionales del Mercado Dapper y, por su puesto, visita el emblemático Mercado de las flores para comprar semillas de tulipán y llevarte un pedazo de Ámsterdam contigo. Y si lo tuyo son las jornadas maratonianas yendo de tienda en tienda de un centro comercial, no dejes de visitar grandes almacenes como De Bijenkorf.
Después de una mañana intensa de turismo por la ciudad siempre viene bien relajarse un rato, y qué mejor que dar un agradable paseo entre los árboles de Vondelpark, el pulmón verde de la ciudad, o montar en bici por los caminos de Amsterdam Bos, un enorme bosque a las afueras de la ciudad.
La capital holandesa tiene una estrecha relación con la naturaleza y está rodeada de preciosos campos y pueblos con encanto. Zaanse Schans es uno de los rincones que no te puedes perder para disfrutar del entorno rural holandés; preciosas casitas tradicionales, verdes campos, y, sobre todo, los emblemáticos molinos de viento que protagonizan las postales del país. También, como la situación geográfica de Amsterdam lo permite, te recomendamos que visites algunas ciudades importantes de sus alrededores como Rotterdam o la Haya, e incluso algunas ciudades belgas como Brujas o Bruselas, que están a tiro de piedra en tren.