El reflejo del agua espejeaba sobre las...
El reflejo del agua espejeaba sobre las verdes colinas como un manto de cristales vibrantes. El cielo, azul y rotundo, se asemejaba a una taracea sobre las lomas, dejando su estela de nubes grises aquí y allí en forma de sombra. Una suave brisa hacía que el paisaje cambiara de manera constante, añadiendo y quitando brillos, sumando y restando colores, como un caleidoscopio natural sobre la tierra. Y entre ese espejismo en mutación sólo una imagen permanecía, una sombra de colores rosas reposada sobre la superficie del agua, una pálida aura rosácea sobre la laguna. A lo lejos apenas se distinguía y a medida que el camino nos aproximaba comenzamos a vislumbrar la magia de esas tinturas sobre el agua.