Abadía del Buen Reposo

Cuenta que la leyenda que en un día de caza, a Alain III se le apareció la Virgen y le pidió que construyera una abadía en este lugar. Obedeciendo el mensaje, fundó la abadía de Bon-Repos en 1184.

Varios siglos después, fue vendida como bien nacional a la Revolución y quedó en ruinas hasta que un grupo de apasionados le devolvió la vida en 1986. Años más tarde, la abadía de Bon-Repos volvió a abrir sus puertas al público. Aunque sólo quedan las ruinas de la iglesia del siglo XIII, siguen intactas las construcciones del XVIII y el claustro. En la actualidad es sede de exposiciones de arte contemporáneo.