Los Arcos
En 1726 Don Juan Antonio de Urrutia y Arana Pérez, Marqués de la Villa del Villar del Águila caballero de la orden de Alcántara; El Marqués para efectos prácticos, mandó constuir un acueducto que transportara agua hacia la ciudad de Querétaro. Cuentan que esta construcción se debió a que estaba perdidamente enamorado de una monja capuchina quien le pidió que ayudara a traer agua y es por eso que invirtió su fortuna en la construcción de este acueducto, que tardo 11 años en estar terminado.
El acueducto comienza en la loma occidental de la cañada y desemboca en una caja de agua en la plazuela del Convento de la Cruz, mismo que se encuentra en la cima del monte del Sangre mal por lo que resultaba sencillo distribuir el agua a la ciudad.