David
Bonita escapada
A 50 km de Reikiavik encontramos la pequeña localidad costera de Akranes, de poco más de 6.000 habitantes. Vale la pena la excursión aunque sólo sea para pasar por el túnel que atraviesa el fiordo de las ballenas por debajo del mar, por cierto, el único peaje de toda la isla. En Akranes hay que visitar el faro, que en realidad son dos.
El farero es un entusiasta de su profesión y estará encantado de guiarte en la visita y mostrarte la magnífica acústica del faro, donde se han celebrado varios conciertos y grabaciones musicales. Si te acercas a los astilleros podrás ver un viejo barco pesquero
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