Agitada y tranquila
La capital del norte de Islandia tiene fama de una población agitada, bulliciosa y dominadas sus calles por los jóvenes de fiesta.
Pero también tiene la otra cara de la moneda si se busca.
Es también una ciudad pacífica, tranquila y hasta diría que romántica.
Un paseo por la zona vieja al lado del mar es reconfortante. Y más al atardecer (en verano, el atardecer es a partir de las 21-22 h...)