Alameda del Duque de Santa Elena

Este parque se encuentra prácticamente anexionado a la Plaza de España, en el centro de la ciudad. Fue construido en el siglo XVIII por suscripción popular gracias a la iniciativa del marqués de Branciforte, y en su día fue punto de reunión social de la burguesía de la época, zona de paseo y recreo, y mirador del océano Atlántico y la zona portuaria.

Es una plaza muy amplia, con 1.500 m2 de superficie en la que hay unos bonitos jardines y frondosa vegetación. Lo más significativo de esta plaza es la fuente de mármol del siglo XVIII traída de Génova para la ocasión. La entrada al recinto estaba delimitada por unas puertas de rejas, que hoy ya no se conservan, pero sí se mantienen los arcos que las sustentaban, donde lucían los escudos de armas reales de España y dos esculturas alegóricas a la primavera y el verano.

Un parque que debes visitar de noche para apreciar sus luces que parecen gotas a punto de caer esparcidas por todo el parque dando la sensación de estar rodeado de hadas. Una experiencia mágica si quieres dar un paseo nocturno de relax a las 11 de la noche.

Para dar un largo paseo al atardecer, con bancos, restaurantes a los lados, y dentro, estupendo sitio para llevar a los niños con parques infantiles, también para pasear perros, disfrutar en general.