Una gran experiencia!
Pasamos una noche en el desierto después de hacer una excursión en camello por el Erg Chebbi; es una experiencia totalmente recomendable.
Nos sirvieron una cena deliciosa en una haima, tocaron música bereber para nosotros y, a pesar de dormir en una tienda el confort es muy bueno ¡hasta han habilitado un baño!
La visión de la salida del sol en el desierto es espectacular, la vuelta en camello un paseo agradable y lo mejor, es que a la llegada puedes tomar tu desayuno tranquilamente en el salón; en nuestro caso vino Alí a saludarnos y pasamos un muy buen rato charlando con él, si hasta ¡nos hizo pan con tomate y nos invitó a jamón serrrano de Salamanca!
Después tomamos un baño en las piscina y descansamos un rato antes de ducharnos en la habitación que nos habían reservado en el albergue. Alí y su personal hacen que te sientas muy cómodo, son muy simpáticos y serviciales.