Albufeira

Uno de nuestros destinos obligado en verano es Albufeira, ubicado en el distrito de Faro, en pleno Algarve Portugués. Cuenta con una población que ronda los 36000 habitantes y se ubica en la costa sur de Portugal. Su nombre proviene del árabe y significa Castillo de Mar.

Los días que estuvimos allí, disfrutamos mucho de sus playas, conocimos algo de su folklore, ya que eran las fiestas de Albufeira y habían espectáculos al aire libre, pero lo que nos sorprendió este año fue, que habían instalado unas escaleras mecánicas en plena playa, que subían hacia otro lugar de playa, muestra del poderío económico de esta zona de Portugal. No podemos olvidar que es un destino muy turístico a nivel nacional e internacional.

Es difícil, ya que la belleza descomunal de sus playas hace que cada día se construyan nuevos centros vacacionales y hoteles. Sin embargo, entre la inmensidad de edificios nuevos, el casco viejo de Albufeira, emplazado alto sobre el Atlántico, encanta con su aire popular. Desde la rúa 5 de Outubro puedes descubrir rincones fascinantes.

El primero, la Praia dos Barcos, se encuentra en el pueblo, al amparo de los acantilados: Allí, entre redes y aparejos, descansa de la faena nocturna una colorida flota de barcas pesqueras.

Luego hay que coger el coche, evitar las playas masificadas y buscar el acceso a la pequeña cala do Coelho.

Que la región más meridional de Portugal, el Algarve es un lugar encantador es bien conocido. Pero fuera de los meses estivales este atractivo es aun mayor en ciudades costeras como Albufeira.

La menor afluencia de turistas contribuye a ello. Pasear por las calles peatonales, comer en restaurantes como Casa da Fonte o asomarse a la playa son actividades que dan oxígeno al alma.

Cuando subes a ese acantilado lleno de flores, con la playa al fondo, parece que la naturaleza le ha ganado la batalla al ajetreado mundo actual, y te olvidas del stress para observar la vida que fluye en una simple florecilla que acapara toda tu atención, algo que no conseguiría ni la rosa más hermosa en mitad de la ciudad, y es que es este entorno el que nos devuelve a la vida y a lo natural, y esto nos da paz...

A pesar de todos los buenos comentarios que hay e de decir que no me gusto nada en absoluto.
Las playas si estáis acostumbrados a playas buenas de arena fina y agua templada, limpias con duchas etc como Gandía, Salou, etc os podéis olvidar la arena esta mezclada a partes iguales con arena y trozos rotos de conchas ( que por supuesto te vas a clavar si o si, y si te dejas las chanclas te rozara la arena) como no la gente es muy guarra y colillas hay para dar y tomar. De las duchas mejor vete al hotel solo vi una en playa de Albufeira pero solo 1 y mira que es grande la playa. en Oura ni una había.

Tiene unas playas y unas vistas fantásticas, la gente de la zona muy amable y la comida fantástica. Recomiendo sin lugar a dudas.

Tiene pinta de ser un pueblo chulo aunque creo que está demasiado masificado.
A la izquierda de su playa principal, hay un mirador con unas bonitas vistas del pueblo y del mar.

Que conviene ver primero desde las alturas, paseando por los miradores del pueblo que ofrecen unas espectaculares vistas panorámicas.

Podemos bajar después a la playa utilizando un ascensor o adentrándonos por los acantilados a través de sinuosas veredas

Hay rincones de España mucho más bonitos. Las playas muy normalitas y el agua muy fría y revuelta. Las calles necesitan un buen repaso ya que hay aceras en las que es imposible andar dos pasos sin meter el pie un algún agujero o tropezarte con algún adoquín levantado.

Las carreteras urbanas ídem de lo mismo, te hace falta un todo terreno para andar por ellas. En definitiva, una y no más. Prefiero Andalucía