Alcázar de Toledo

Creo que lo mejor de la visita a Toledo fue el espectáculo de ver el Alcazar desde el parador nacional de turismo, justo al anochecer, en ese preciso momento de encenderle las luces, mientras al resto de la ciudad apenas se le veía alguna. Esperamos ese momento sentados en la terraza del parador nacional, mientras tomábamos una cerveza. Resultó toda una sorpresa, ya que mi intención era fotografiar la ciudad en general, en ese momento en el que se mezcla la iluminacón eléctrica con los últimos rayos de luz natural. Pero de una manera un tanto mágica y repentinamente, el alcázar se iluminó, resulto ser una imagen de las más atractivas que he visto en mi vida, fue una verdadera emoción, incluso más que ver salir el sol por el mar, el alcázar se iluminó, fuerte, pero sutilmente, una iluminación que debe de estar muy bien estudiada, tomando un total protagonísmo sobre el resto de ciudad y alrededores. Creo que ha sido la empresa Philips quien últimamente se encargó de su alumbrado y además dejándole solo un tercio de su anterior consumo.

Si algo recuerdo perfectamente de Toledo son sus numerosas cuestas, con o sin escaleras, y sus mazapanes, qué mazapanes!! Pero bueno, este rincón lo voy a hacer del Alcázar de Toledo, construcción situada en la colina más elevada de la ciudad, donde se encuentra también el casco viejo.

Su historia se remonta a tiempos de los romanos en el s.III, donde fue concebido como palacio. A lo largo de los siglos, su función así como su estructura ha ido cambiando, su historia es como poco, variopinta. Se sabe que ha sido palacio romano y también residencia real de Carlos V; que en 1643 fue prisión del estado, y durante la Guerra Civil albergó la academia militar. Se conoce también que fue fortificación militar, castillo medieval y sede de la Casa de Caridad. Si hoy en día está en pie es debido a numerosas reconstrucciones, pues ha sufrido incendios e incluso un conocido asedio.

Toledo es una ciudad con un patrimonio excepcional, por algo fue hasta Felipe II la capital de España. Ubicada en una isla, abrazada por el Tajo, posee una estética fuera de lo normal, a mí me gusta mucho fotografiarla por detrás. Sobresaliendo sobre la maraña de construcciones gótico-mudéjares se alza el Alcázar, símbolo del franquismo.

Está en todo el centro de la población, en la plaza de Zocodover. Antes se podía subir hasta la misma desde la Puerta de Bisagra, pero desde que cerraron ésta al tráfico hay que coger por el Túnel de Sindicatos que nos llevará a la parte trasera del Alcázar.