Aldea Maya

Atilina ya se despide de nosotros, acabo de pasar uno de los mayores momentos de paz y tranquilidad de mi vida dentro de esa casa; al lado de una chamán de 101 años, que despierta cantidad de sentimientos.
Envuelta entre la selva, saboreando otra forma de vida que, si en un principio te sale tener pena, la valoras como envidiable, sin perturbarse por nada, sin preocupaciones, sin saber siquiera el significado de la palabra maya; simplemente vivir, valorando la naturaleza y saber vivir en sintonía con ella.
Revives el pasado en lugares cercanos, saboreas esa tranquilidad que sabes que para ti pronto va a terminar, e imaginas las historias tan apasionantes de una civilización tan increíble como lo es, la maya.