Aldea Rural Couso Galán

Lo primero que llama la atención de esta preciosa Aldea rural, es el lugar en el que esta ubicada, un entorno maravilloso, rodeado de naturaleza, que sorprende nada mas llegar.

La aldea rural Couso galán esta formada por una serie de pequeñas casas de piedra remodeladas, a su vez divididas en cuartos privados, las instalaciones son muy completas y confortables, y en las que te arrulla por la noche el sonido maravilloso del río que pasa por las inmediaciones.

Recomiendo disfrutar del entorno con paseos por las zonas colindantes, muy agradables al atardecer. Aparte de las instalaciones y los diferentes espacios que componen la aldea, cabe destacar la calidad de la comida, en la que se pueden degustar alimentos de la zona así como deliciosas especialidades.

En nuestro encuentro de verano con amigos de Barcelona, nos hablaron de esta bonita aldea rural restaurada en 2008 en la comarca de la Limia (Ourense), ¡muchas gracias! Mercedes y Jesús.

Así qué sin pensarlo, la programamos en una ruta motera de tarde de verano por Galicia y norte de Portugal ¡sin duda que valió la pena, pues merendamos muy bien!, atendidos por un servicio de bar y terraza es muy profesional.

Destaca entre otras cualidades, su esmerada restauración urbanística y decoración natural, junto a un riachuelo, entre bosques de castaños y abedules.

El contenido de servicios es amplio, para clientes particulares, grupos y empresas, con casas, bar, museo, restaurante, varias actividades culturales y al aire libre.

Nos enteramos de esta aldea/hotel por casualidad, a raíz de la boda de unos amigos que se casaron allí.

La idea es muy atractiva, rehabilitar una aldea para convertirla en una especie de "hotel rural", cada casa viene a ser un apartamento (o varios, según lo grande que sea la casa).
En esta aldea organizan bodas y todo tipo de eventos, también puedes reservar casa para un fin de semana tranquilo.

El lugar esta muy bien ambientado y es ideal para estar en contacto con la naturaleza y bastante apartado de la civilización.

Nuestra experiencia en dicha aldea es de verdadera pena:
Teníamos reservada una mesa para el restaurante, aprovechando que vimos en facebook que comenzaba hoy la jornada gastronómica del cochinillo. Tras no observar ningún tipo de señalización, decidimos guiarnos por nuestro gps y a mayores preguntar en pueblos vecinos, los cuales nos guiaron por un camino. Una vez situados en medio de dicha aldea, aparece un trabajador del complejo sin identificarse, dedicándose a reírse de nosotros, utilizando además unas formas impropias del trabajo que desempeña. Fue un auténtico insulto hacia nuestra persona e incluso nos dijo que el paso principal estaba cerrado y no nos quedaba más remedio que dar la vuelta por donde habíamos venido. Posteriormente, como si de un favor se tratara, nos dijo que avisaría para que nos abrieran y así poder salir por la vía de acceso principal. Ni siquiera se dignó a abrirnos el supuesto paso, que simplemente era una máquina de bolas infantiles situada en el medio de la aldea. Evidentemente nos fuimos sin comer y sin ver nada de lo que pretendíamos, no quedándonos ningún tipo de ganas de volver a acercarnos por allí.

No conocíamos la existencia de este paraje y la verdad que fue un buen hallazgo. Te hace conectar con la naturaleza y a la vez desconectar del caos de la ciudad. Un fin de semana inolvidable, un lugar único, limpieza y preciosidad de apartamento, además de un trato de 10 por parte del personal. Con ganas de volver algún día...