Hay una leyenda. La leyenda de una...
Hay una leyenda. La leyenda de una princesa mora. Se llamaba Algotisa y era la hija de un rey moro de Ronda. Sobre los cimientos de su castillo se erigió la actual Iglesia de la Virgen del Rosario. Ningún documento certifica la existencia de esta bella princesa capaz de dar nombre a un pueblo. Pero los mayores cuentan que los mayores cuentan que los mayores cuentan... Y la tradición oral se confunde con la realidad y con la historia hasta ser imposible comprobar qué de verdad y qué de leyenda tuvo la existencia de la princesa Algotisa. Así, los historiadores, científicos de ley, aseguran que el nombre de Algatocín proviene del asentamiento en esta zona de una tribu bereber que respondía al nombre de Al Atusilyn y aunque será cierto, siempre preferiremos imaginar el espíritu de Algotisa deambulando por el dédalo intrincado de las callejas algatocileñas.