Pueblo con un encanto especial. A medida que caminas te deleitas con sus poesías en sus fachadas blancas acompañadas de dulces ilustraciones.
Pueblo pequeño pero que perderse entre sus calles estrechas te hace relajarte y disfrutar.Y para terminar,sorpresa la nuestra al encontrarnos un portal navideño vestido con prendas de ganchillo.
Dando un paseo por un precioso pueblo de la Alpujarra Almeriense, llamado Almócita, me encontré con una vieja casa, de un blanco inmaculado, en la que me atrapó la imagen de una vieja ventana, cerrada a cal y canto, para proteger a sus moradores del frío invierno. Inmediatamente visualicé la fotografía que quería teniendo en cuenta el almendro que se encontraba delante. El pueblo consta de unos 100 vecinos que no dudarán en ofrecer productos de sus cosechas (acelgas, tomates, pimientos, etc) así como huevos, de esa misma mañana, puestos por sus gallinas.
Es un pueblo muy chiquitito de Almería. Fuimos para hacer un proyecto en cualquier sitio del pueblo para más adelante poder construirlo. En ese día me encantó conocer sus calles llenas de sorpresas y de arte, a sus pocos habitantes pero todos muy simpáticos. Tengo claro que volvería siempre que pudiera.
Hemos estado este fin de semana en el camping almocita en el que te ofrecen alojamiento en caravana con cocina y frigorífico y menudo chasco. La caravana está viejisima, el frigorífico no está condiciones y no ofrece cocina,sino una placa eléctrica del tamaño de la Palma de una mano con la que supuestamente hay que cocinar para 4 personas. Tuvimos que tirar parte de la comida ya que el frigorífico no enfriaba. El trato recibido por los propietarios deja mucho que desear, sin duda no lo recomiendo.
