ENTRE EL LLANO Y LA MONTAÑA
Se dice que Altamira de Cáceres fue la primera ciudad fundada en Barinas, por allá en el año 1577. A ella se llega por una carretera angosta y más llena de curvas que de rectas, con un paisaje donde el verde domina la serpiente gris que atraviesa la montaña y el sonido de unas doscientas cincuenta especies de aves que circundan la franja. Este es un pueblito que se ubica a unos 30 minutos de Barinas. Por estas calles se pasea el pastelero con su cavita de anime en mano, con sus años a cuestas. Más allá de la plaza, ubicada justo frente a una pequeña iglesia se escucha el golpeteo del zapatero, quien aun, pese a la modernidad de la creación en masa, sigue fabricando zapatos para quien los quiera comprar, su esposa muy cerca prepara comida para los obreros de la zona.