Valerie et Sylvain
Un albergue bendecido por Dios
En Puerto Nariño todo el mundo conoce al padre Héctor. Es uno de los últimos misioneros todavía vivos en la región. Él hizo mucho por el desarrollo de la pequeña comunidad, y especialmente para la escuela. Su albergue está a 30 minutos andando del centro de la ciudad y a 5 minutos en barco. Es un remanso de paz en medio de la selva. Tiene unas vistas impresionantes desde la torre de vigilancia instalado en el jardín. Está rodeado de animales que acogía para curar o para salvarlos de los cazadores furtivos. Búhos, monos, loros y hasta cocodrilos bebé, todos estos animales se dan cita en la libertad
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