Pedro Jareño
Este restaurante debería de ser ...
Este restaurante debería de ser imprescindible para todo aquel que visite Lugano. Al menos, con esa sensación me quedé tras la cena que disfruté allí. Se encuentra tras un paseo de 15 minutitos a la orilla del lago, atravesando el parque. Y ofrece una buena variedad de platos de comida mediterránea y lombarda. Es lo que tiene estar en la suiza italiana.
El ambiente es perfecto y los camareros, majísimos. Pero los platos…
Yo me atreví con un rissotto que, seguramente, ha pasado a formar parte del olimpo de los arroces. Excelente. Los postres, caseros, también eran una maravilla.
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