Lala
El Niño Perdido
Utrera tenía una judería con sinagoga, que con el tiempo se transformó en hospital, iglesia, cementerio y casa de expósitos.
La estampa más característica de este antiguo barrio, es un estrecho callejón peatonal que conecta la céntrica Plaza del Altozano con la Calle Menéndez Pelayo. Se denomina El Niño Perdido y es uno de los rincones más típicos y con más encanto de Utrera.
Al pasaje se accede desde el Postigo de la Misericordia, una de las puertas intermedias que recorrían el perímetro de la muralla facilitando así el acceso a la zona intramuros de la ciudad.
+6