Roberto Gonzalez
Una sorpresa inesperada
Hasta hace poco tiempo no era muy amante de hacer reservas de hoteles a través del móvil o de internet, pero cuando descubrí que un maravilloso mundo se abría ante mí, se levantó la veda. Reconozco que no siempre las imágenes y comentarios de los alojamientos se corresponden con la realidad, así que muchas veces debemos dejarnos guiar por nuestra intuición o nuestra experiencia.
Es por esto que cuando encontramos sorpresas como la de los Apartamentos Llebeig, las mantenemos en la memoria y las ensalzamos, recomendándolas a amigos, conocidos e incluso a personas que nos piden consejo sobre dónde hospedarse en un destino.
Estos fabulosos apartamentos llamaron mi atención por varios motivos. El primero, para qué negarlo, el precio. No lo voy a decir porque puede variar dependiendo de la fecha, aunque puedo dar una pista. Éramos tres personas, y dividido entre los tres, el precio por noche era muy parecido a lo que nos costaría un menú en una de las hamburgueserías que todos conocemos. Un regalo.
Otro punto a su favor era, y es, su situación. A menos de 10 minutos en coche del centro de Ciutadella, y a dos pasos de la preciosa cala Santandria, su emplazamiento es ideal como base para explorar la maravillosa isla de Menorca.
Las virtudes del lugar se siguen adornando con su entorno, 4 bungalows de dos pisos independientes con piscina exclusiva para ellos y rodeados de frondosos y refrescantes pinos, supermercado muy cercano y surtido, recepción amable y simpática y unos días de sol que nos acompañaron que hicieron la estancia aún mejor.
Dentro, en nuestro segundo piso, el apartamento tiene todo lo que podemos desear y más: cocina completa con todos los accesorios y útiles que necesitamos, pantalla plana, comodísimas camas, ventilación e iluminación perfectas, terraza y sobre todo una limpieza envidiable.
Era un lujo llegar por la noche y sentirse como en casa, sin echar apenas de menos nada y tomar una deliciosa pomada con unos carquinyols mientras rememorábamos cada momento pasado en la isla.
Repito, era un lujo. No me cansaré de recomendar los Llebeig a todo el que me pregunte sobre Menorca. Seguro que vuelven tan contentos como nosotros.
Otro punto a su favor era, y es, su situación. A menos de 10 minutos en coche del centro de Ciutadella, y a dos pasos de la preciosa cala Santandria, su emplazamiento es ideal como base para explorar la maravillosa isla de Menorca.
Las virtudes del lugar se siguen adornando con su entorno, 4 bungalows de dos pisos independientes con piscina exclusiva para ellos y rodeados de frondosos y refrescantes pinos, supermercado muy cercano y surtido, recepción amable y simpática y unos días de sol que nos acompañaron que hicieron la estancia aún mejor.
Dentro, en nuestro segundo piso, el apartamento tiene todo lo que podemos desear y más: cocina completa con todos los accesorios y útiles que necesitamos, pantalla plana, comodísimas camas, ventilación e iluminación perfectas, terraza y sobre todo una limpieza envidiable.
Era un lujo llegar por la noche y sentirse como en casa, sin echar apenas de menos nada y tomar una deliciosa pomada con unos carquinyols mientras rememorábamos cada momento pasado en la isla.
Repito, era un lujo. No me cansaré de recomendar los Llebeig a todo el que me pregunte sobre Menorca. Seguro que vuelven tan contentos como nosotros.
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