Área recreativa abierta en los años 80 p...
Área recreativa abierta en los años 80 para concentrar a los domingueros que solíamos acampar en el Parque Natural libremente. Para evitar la dispersión la Junta de Andalucía abrió esta zona equipada, la única en aquellos momentos existente en la zona. La ocupación actual de esta zona, a pesar de lo que diga su cartel señalizador, es de acampada libre, habiéndose trasladado los domingueros a otra área recreativa más cercana aún a Grazalema.
El Área se halla a dos kilómetros de Grazalema, en la única zona plana del recorrido, por donde zigzaguea constantemente la carretera. Es una de las pocas zonas abiertas, pero su parte interior acoge un importante y antiguo encinar.
Dispone de vigilancia, botiquín, casa forestal, recogida de basuras, papeleras, mesas, barbacoas y señalizaciones. El aparcamiento es pequeño porque el área está vallada para evitar la intrusión de vehículos. Desde aquí salen varias rutas de senderismo.
Esta zona tiene un sabor especial para mí. Hace tres décadas estos montes eran coto de señoritos. Sólo podían pasar por ellos los residentes y algunos ecologistas después de pedir infinidad de permisos para hacer alguna ruta de senderismo no señalizada. Son montes mediterráneos llenos de quejigos, con riachuelos de agua cristalina y una vegetación de media montaña impresionante.
A mi pandilla de amigos se nos antojó disfrutar de estos montes y solíamos acampar libremente en ellos. Montábamos nuestra tienda de campaña y, si nos daba tiempo, hacíamos una fogata. En cuanto aparecían los forestales nos echaban. Volvíamos a entrar por otro sitio y todo volvía a comenzar.
Como no éramos los únicos en este juego del ratón y el gato la Junta de Andalucía decidió abrir esta zona recreativa. Así nos tenía a todos concentrados y no vagando por el monte, espantándoles la caza. Es una llanura donde se puede aparcar, hay suficiente espacio para practicar deportes y se han abierto varias rutas de senderismo, como la del Tesorillo.
Aunque está prohibido acampar, al final hemos vuelto a salirnos con la nuestra. Aquí se monta la tienda para todo el veraneo de que puedas disfrutar, y sé de familias que se pasan el mes entero. Es un alojamiento barato y natural, se respira aire puro, estás cerca de importantes parajes como el Pinsapar, los niños pueden estar sueltos sin peligro y existe un mínimo de vigilancia para evitar gamberradas. Lo único que echo en falta es una fuente natural, eso ya sería la hostia.
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