Arequipa

Es la segunda ciudad del Perú, se le llama la “Ciudad Blanca” debido a que el material empleado para construir las casas es de origen volcánico y curiosamente en lugar de ser negro es blanco.

Es una ciudad industrial y comercial, destaca por la industria manufacturera de prendas de lana, “chompas”, abrigos, gorros etc. Hay granjas de camélidos, alpacas, vicuñas, llamas y guanacos que sirven para extraer la lana, de la alpaca se saca la lana de mejor calidad.

Es una típica ciudad colonial con su gran Plaza de Armas en el centro histórico.

El Volcán Misti, siempre nevado está omnipresente.

En su mayoría construida con arena volcánica. Sus calle a son muy pintorescas. Arequipa tiene gran variedad de comidas, las mas típicas son El rocoto relleno y El adobo.
Fue muy importante económicamente en siglos pasados y conserva su liderazgo económico En el Sur del país. Tiene dos cañones, Colca y Cotahuasi que vale la pena conocer con avistamiento de condores. Lo mas importante para conocer es la catedral de San Francisco, q esta En la Plaza de armas. Muy cerca esta El monasterio Santa Catalina muy importante conocer ya que es uno de los monasterios de clausura mas grande de America del Sur que albergaba a las segundas hijas de las familia mas adineradas.

Después de Lima y Cuzco, Arequipa es la tercera ciudad más grande del Perú. Está a la salida sur del país, muy alejada de la capital, por lo cual lo mejor es ir y volver en avión desde Lima, o hacer un tour, saliendo de Lima para Cuzco y el altiplano, luego ir de Puno y Titicaca hacia Arequipa, y tomar un avión de vuelta para Lima. El aeropuerto de Arequipa está muy cerca del centro, a 7 kilómetros, y la compañía más barata es AeroContinente. Si viniste con LAN, tal vez tengas descuentos en los vuelos internos.

Para ir a Cuzco en bus, se tarda 10 horas, y para Puno 6 horas. Son 15 horas para Lima

Arequipa es una ciudad colonial agradable, ya estamos más abajo del altiplano, entonces la altura no se siente en el cuerpo, se descansa mejor, el esfuerzo físico no cuesta tanto. La plaza de armas tiene bonitos edificios, construidos con la piedra volcánica blanca de la región, el sillar. Se puede visitar el Convento Santa Catalina, que está al lado, cuyas monjas viven en la reclusión más total, sin hablar durante el resto de su vida.

Arequipa es llamada la ciudad blanca. Y es que está construida con piedras que hace siglos escupió el temible Volcán Misti. Dueña de un trazado colonial, de casonas hidalgas, y de una Plaza de Armas sombreada por palmeras donde en banquitos trabajan ‘escribas’, personajes que al dictado de sus clientes escriben cartas o documentos a máquina, la ciudad del sur del Perú tiene una personalidad arrolladora, muy distinta a la de Lima. El arequipeño tiene su propia gastronomía -lo mejor y más famoso: ‘el rocoto (un especie de ají de gran tamaño) a la arequipeña’-, otro hablar, otras costumbres.
Arequipa, además, tiene tesoros.