El arte de Eiffel en Lisboa
Volar sobre la bella Lisboa es fácil, soñar Lisboa es tan sencillo como llegarse a la Baixa, la preferida de Pessoa y primero impresionarnos ante la belleza del elevador diseñado por Mesnier du Ponsard, uno de los más queridos discípulos de Eiffel, y luego sumergirnos en un viaje en el tiempo y el espacio.
En el tiempo, porque aún sigue en funcionamiento el 90% de la maquinaria original, incluyendo la caja del ascensor con todo lujo de detalles y materiales usados a finales del XIX, y en el espacio porque no fue creado como atracción turística, sino que, como en la actualidad, en parte, sirve para ofrecer un servicio regular entre la ciudad baja y el empinado Chiado.
Ah, me olvidaba decir que para los amantes del ejercicio físico existe una escalera en espiral que salva los 32 metros de desnivel desde la base a lo alto, donde espera un restaurante donde podemos comer alguna especialidad de la ciudad o saborear una bica de delicioso café brasilero.


