Grégoire Sieuw
Llegada al país del fuego y del hielo
¿Recuerda la primera vez que llegó a un país que hasta ese momento le era desconocido?. Los minutos finales, las últimas turbulencias antes de aterrizar. Una vez pasado por debajo de la capa de nubes, la península de Reykjanes aparece casi completamente llana, en dirección del aeropuerto de Keflavik en medio de los campos de lava de varios kilómetros.
Llegando desde París, tenemos la oportunidad de pasar directamente por encima de la laguna azul, donde el azul turquesa atrapa inmediatamente el ojo. Otra mancha turquesa un poco más lejana, indica la presencia de la era geotérmica de Gunnuhver, justo al lado del faro y de los acantilados de Reykjanestá.
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