Buenos aires no duerme… especialmente e...
Buenos aires no duerme… especialmente en su avenida Corrientes. La emblemática calle, especialmente entre la calle Florida y la avenida Callao, muestra un trozo del alma porteña. Corrientes nació angosta, hasta su ensanche en 1936. Fue en locales a lo largo de la avenida donde se gestó buena parte de la historia del tango y despuntó la tradición del teatro argentino. Grandes teatros como el Gran Rex, el Ópera, el Nacional, y el Tabarís y el Maipo –dedicados al teatro de revista-, y cines como el Broadway, Lorca, Premier o Los Ángeles, trasformaron la avenida, que se convirtió en el rincón noctámbulo porteño por excelencia. Populares restaurantes, clásicas pizzerías, viejos bares y entrañables cafés salpican Corrientes. Están abiertos hasta altas horas de la noche y suelen ser tan amenos como una buena obra teatral. Y es que la avenida tiene personajes memorables. Están los artistas, que se reúnen a cenar luego de actuar en los restaurantes de las inmediaciones, como el famoso Edelweiss, y gente común que parece no dormir nunca.