Para quedar como nuevo!!
La pequeña localidad de Las Vilas del Turbón es famosa por sus aguas minero medicinales, declaradas de utilidad pública y utilizadas tanto para el consumo (excelente diurético) como para tratamientos corporales. El agua de Las Vilas está indicada para tratar afecciones de ácido úrico, cálculos renales y vesiculares e insuficiencia hepática. El pueblo cuenta con una planta embotelladora de agua y con un famoso balneario.
El Balneario Las Vilas fue inaugurado en 1934, aunque interrumpió su actividad durante la guerra civil, convirtiéndose entonces en prisión, y durante la postguerra en hospital para la curación de la tuberculosis. Reabrió en 1942, y se convirtió en un importante lugar de vacaciones de las clases sociales más pudientes de la época. Hoy en día el balneario sigue existiendo, y forma parte de un hotel que completa la oferta de alojamiento + tratamientos.
El recorrido que yo hice por el balneario consistió en lo siguiente:
-Aerosoles: aspiraciones de vapor de agua que salían por una maquinita.
-Maniluvio (metías los brazos en una cabina que iba soltando chorros de agua a diferente presión y temperatura a lo largo de todo el brazo).
-Piscina termal (con varios chorros).
-Cromoterapia: otra piscina situada en una especie de "cueva" en la que las luces iban cambiando de color. Los chorros aquí eran brutales, ya que el agua salía con una gran potencia. Fue la zona que más me gustó.
-Baño de vapor con aromaterapia.
-Sesión de Aquaterapia (chorros de agua que salían de varias duchas mientras estaba tumbada en una camilla).
-Y por último, un excepcional masaje de 50 minutos que me dejó como nueva y me quitó todas las contracturas de la espalda (hay varias modalidades).
Importante recalcar que este balneario no es un spa, sino que son tratamientos con asistencia médica en los que se utilizan las propiedades mineromedicinales del agua. Hay varios programas de distinta duración, en función de cada necesidad (reumatológico, respiratorio, relax y belleza, etc)


