Bang Bang

Por fuera, el Bang Bang no es tan ruidoso como sus contemporáneos de la avenida, pues a puertas cerradas, solo destacan los que salen a fumar así como el personal de seguridad. Pero una vez que entras, el capitán de meseros es muy servicial, la distribución es buena, el DJ, sabiendo lo que hace, y la coctelería, más que suficiente para completar la experiencia. Pedí tres copas: una de limón con ginebra, otra con vino espumosos italiano y la última con cilantro, manzana y gin. Los barman, se vé que disfrutan cada trago que hacen. El concepto está inspirado en películas de stanley kubrik, y lo mejor