Bar Fenix

Este pequeño Bar, situado en plena Plaza de Santa Catalina, frente al Museo Ramón Gaya, es otro de los imprescindibles del tapeo murciano, entre otras cosas, y aparte de por ser uno de los bares con más solera de Murcia, por servir unos de los mejores matrimonios de la ciudad; boquerón perfectamente curado en agua, vinagre y sal y sobre el una anchoa en salmuera, ambos atravesados por un palillo, que ayuda a poder comerlo todo junto, anchoa y boquerón, pues es así como ha de degustarse esta tapa tan murciana.

Otra de las delicias de este bar, a parte del personal y del trato que es excelente, son los caballitos o caballos y el pulpo.
Los caballitos son gambas rebozadas en una gacha y fritas,el pulpo es senciiiiillamente tierno hecho al horno.
La cerveza es una de las mejores que he probado ya que su secreto es meter el barril directamente en el barrilero; recomiendo pedir bañeras.

Comida de muy baja calidad y precios abusivos