Un tentempié para seguir andando
Luego de haber recorrido la Albufera empapándonos a ratos con la copiosa lluvia que caía y cruzado un puentecito de madera de lo más pintoresco, ni que decir que supongo que parte del clima que hace a este bello Parque Natural se debe no sólo a la confluencia de las aguas saladas y dulces sino a sus inesperadas o repentinas caídas de agua, dimos con este pequeño bar al que ingresamos con el ánimo de pedir un sándwich y algo para beber antes de proseguir nuestro camino. Si bien había mesas afuera y bajo techo preferimos quedarnos dentro para huir de tanta humedad por un rato. El lugar impecablemente pintado de blanco como todo por allí, tenía una barra de madera con butacas altas, una gran variedad de bebidas de todo tipo, un par conservadoras de alimentos y una cuantas mesas de madera.