Muy buen recibimiento.
Céntrico en el pueblo de Manilva, un lugar baratito, con vistas al antiguo ayuntamiento, a la fuente central. Su dueño Pedro Luque Urieta ha sabido poner su bar en un estupendo lugar, al ir subiendo hacia la sierra a Manilva pueblo es un buen lugar de parada para tomar las primeras cervecitas y seguir a pie visitando el pueblo lleno de luz con calles empinadas, las fachadas encaladas blanquisímas, unos nombres curiosos él de las calles, me sacaron sonrisas y sorpresa.
Mi experiencia en este bar fue estupenda, pedí una botella de agua, y me dijo el camarero muy campechazo ¿Cómo una botella de agua?, no hija aquí no vendemos el agua, eso es ruin, abrió una botella de agua mineral de litro y medio y me dio dos vasos de agua, estaba fresquita, y me dijo el agua es de todos. ¿Quieres más?, con el calor que hace este veranito, si tienes sed, y pasas por aquí que te la doy gratis y fresquita.
