Bar timoteo

Fuimos un grupo de 3 personas a merendar. Nos apuntamos en lista de espera para comer y pedimos unas cervezas. Esperamos pacientemente a que nos atendieran, después de unos 45 minutos, ya se nos debería de asignar mesa según turno. Se nos dijo que había una mesa libre pero sin sillas, seguimos esperando, mientras veíamos como pasaban grupos de 6 y 8 personas. Volvimos a preguntar si debíamos de seguir esperando más, la misma respuesta, hay una mesa libre pero no hay sillas, pasáis los siguientes. Me asomo al restaurante interior, veo que están limpiando 3 mesas que han quedado libres. Ya esperamos gozosos pero, sorpresa, vuelven a entrar grupos más numerosos que nosotros. Se da preferencia que haya más gente para ocupar mesas, se mira más al dinero que al cliente.

Un gran lugar en Burgos, para contrarrestar el fresquito de burgos...

Acogedor bar restaurante, con una especialidad en patatas asadas, que no dejan indiferente a nadie!!!!

Muy mal. Este fin de semana me he acercado con mi pareja, hacía tiempo que no lo visitábamos. Si la vez anterior nos había desilusionado, esta vez nos ha decepcionado totalmente.

Las patatas estaban muy mal elaboradas, nos tocaron unas quemadas por fuera y crudas por dentro. El precio excesivo para el pobre acompañamiento. Y el servicio muy lento y malo.

A los clientes que conocen les tratan bien, al resto muy mal. Salimos de allí con la impresión de no volver nunca más y con la ropa oliendo fatal, a comida mala. Hasta nunca, Timoteo.

Buen precio, camareras encantadoras y las patatas buenísimas. Puedes tardar un poco en sentarte pero pides algo en la barra y se lo dices a los camareros y en un ratillo estarás disfrutando.

Taberna familiar dedicada a las patatas asadas, su especialidad. Puedes degustarlas de diferentes tipos y acompañadas de múltiples guarniciones y a precios muy asequibles. Deliciosas.

Un sitio que no se puede faltar a tu visita a Burgos, buenos pinchos y personal agradable.