Gustavo Javier Vázquez Álvarez
Para observar los colores del Tajo
Me gusta pasear y fotografiar el río, para qué negarlo. Me agradan sus sonidos y sus silencios; sus colores y sus tonalidades; sus aves y sus árboles. A pocos kilómetros de Añover de Tajo encontramos este enclave donde los días de otoño e invierno podemos encontrar imágenes muy bellas.
La barcaza, conocida desde tiempo inmemorial -se tienen testimonios de las barcas del Tajo desde 1588-, se construyó por la Sociedad de Labradores de Añover como medio de transporte obligado para personas, animales y vehículos entre los pueblos de la Sagra (Toledo) y la Vega de Aranjuez. En los años cuarenta la construcción de un puente implicó la desaparción de otras barcas que cruzaban el río.
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