Colorido, antiguo, popular, de calles...
Colorido, antiguo, popular, de calles empinadas, estrechas y empedradas, el barrio de La Candelaria enamora ni bien uno llega a Bogotá. El barrio histórico se desparrama a los pies del emblemático cerro de Monserrate y abarca la mayor parte del centro de la ciudad. Caminar por La Candelaria es un encanto. Desde la gran Plaza de Bolívar, a donde miran el Capitolio Nacional y la Catedral, las calles van trepando lentamente, pasan por increíbles casonas coloniales que albergan magníficos museos, y se van hacia la zona de La Candelaria más popular. Aquí late la vida artística y bohemia de Bogotá. El laberinto de callecitas flanqueadas por casitas pintadas de colores estridentes y muros con graffitis gira en torno a la antigua plazoleta del Chorro Quevedo. La zona está salpicada de bares de copas y restaurantes con mucho ambiente que se despiertan al atardecer y llenan de música las noches frescas de Bogotá.