Dice la leyenda que dos hermanos mandaron construir la basílica, y que cada cual para representar más poder, hacía su torre más alta. El hermano de la torre menor, lleno de envidia, mató al mayor y luego se tiró desde su torre. Sí, una sangrienta leyenda como todas las de Cracovia.
En realidad representa la altitud mayor que pueden alcanzar los edificios en Cracovia.
La Basílica de Santa María es una iglesia de neto estilo gótico, hecha en ladrillo. Su construcción data del siglo XIV. Se encuentra ubicada junto a la plaza mayor, llamada Rynek Glowny. Se destaca y es mayormente conocida por su altar de madera y por la trompeta que se toca cada una hora exacta desde su torre. El sonido de este instrumento es a su vez transmitido por radio para que llegue a todo el país.
Tiene un interior precioso y sobre todo merece la pena subir a la torre para ver las vistas de toda la ciudad de Cracovia y escuchar y ver el trompetista con sus tocacas de cada hora en punto.
Por dentro es una preciosidad. Para los que estamos acostumbrados a las catedrales e iglesias españolas, es una experiencia completamente nueva.
