Controles militares, basílica Natividad
Enclavada en los Montes de Judea, en Cisjordania. Desde diciembre de 1995, después de la firma del acuerdo interino israelo-palestino, la Autoridad Palestina es la responsable de los asuntos civiles, la seguridad interior y el orden público en Belén. Dada la inseguridad existente en la zona lo mejor es circular en grupo o con excursiones organizadas, el paso de la frontera desde Israel supone el control por soldados armados y puede resultar un incordio.
El gobierno de Israel ha rodeado la ciudad de murallas y pasos de control para evitar ataques terroristas, esto ha provocado una gran disminución del turismo.
Ubicada a unos cinco kilómetros al sur de Jerusalem (al este de la ruta Jerusalem-Hebrón), la ciudad bíblica de Belén (en hebreo Beit Léjem, la casa del pan) es mencionada por primera vez en el Génesis, aunque Belén es más conocida en la tradición judía por su asociación con el rey David y en la tradición cristiana como el lugar del nacimiento de Jesús.
Estudios arqueológicos indican que en tiempos del Primer Templo, la ciudad amurallada se encontraba en el área de la Basílica de la Natividad, y que las grutas ubicadas debajo de la basílica pudieran haber sido utilizadas como lugares para moradas (como bodegas, establos, etc.). Este uso de las grutas y los recintos excavados en la roca fue común en toda la región hasta tiempos recientes. Una de estas grutas fue consagrada en el siglo IV como el tradicional lugar de la Natividad.
La actual población de la ciudad llega a unos 50.000 habitantes, cerca de un 40% son cristianos.
En la actualidad, varias denominaciones cristianas, incluidos algunos grupos protestantes, mantienen instituciones sociales y educativas en la ciudad. La más notable de estas escuelas es la católica romana, afiliada a la Universidad de Belén.
Al igual que en siglos pasados, el turismo y la producción y venta de recuerdos religiosos constituyen su principal fuente de ingresos.