Ya desde la calle te quedas impresionado
Por la iluminación del restaurante. Miles de bombillas lo alumbran desde fuera y como no podía ser menos, dentro también. Todo decorado en blancos, lleno de bombillas como si la feria de málaga se tratase.
La comida, muy buena pero raciones muy pequeñas. La hamburguesita de rabo de toro es un clásico que no puedes dejar de probar. Nosotros nos dejamos aconsejar y pedimos un atún espectacular.