Cristina E Lozano
Zulos reconvertidos en cuarto
Las cosas como son: hay sitios que es mejor evitar. El Lumphini Home Away es uno de ellos. Y no es un hostel a evitar porque resulte claustrofóbico y sea probablemente ilegal, la verdad es que por el precio es podría ser soportable (dos noches, no más). Es evitable porque es casi imposible de encontrar y su dueño o regente es un desagradable.
Más aún diré, el hombre no es solo desagradable, además está bastante pirado. Lo suficientemente pirado como para tener, ¡dos huskys siberianos en Bangkok! Los pobres animales, preciosos y muy buenos, se pasan los días tirados frente al ventilador. También hay otros bichos por allí como ardillas y peces. Si te dan miedo o eres alérgico ni te acerques por allí.
Las habitaciones son auténticos zulos. La mía si no me equivoco era especialmente pequeña. Aún con todo, aunque minúscula no estaba sucia. Igualmente el baño compartido también estaba aceptable en términos de limpieza y tenía una esquina-ducha fantástica de la que a veces hasta salía agua caliente (cosa que en Bangkok no resulta vital).
Si con todo se te antoja dormir en este antro has de saber que es casi imposible de encontrar porque, para empezar, solo se llama ‘Lumphini Home Away’ en los buscadores de Internet. En realidad su nombre es ‘Home Away’ y su cartel es tan enano que casi ni se ve. Busca un restaurante que se llama Lido (tiene grandes carteles naranjas), este 'albergue' está justo detrás.
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