Baan Dam - Black House Museum

De un tiempo para acá se ha extendido la creencia errónea de que Baan Si Dum –popularmente conocida como ‘la casa negra’– es el alter ego del Templo Blanco (Wat Rong Khun) de Chiang Rai. No es cierto. Lo único que tienen en común ambas construcciones es que se las relaciona con un color, pero una y otra son diametralmente opuestas en estilo y en carácter. No tienen nada que ver.

Mientras el llamado Templo Blanco de Chiang Rai es un edificio religioso delicadamente labrado, Baan Si Dum es un desconcertante complejo que guarda un sin fin de pieles de reptiles disecados, calaveras de grandes mamíferos, y herramientas. Cuenta con varios edificios que no necesariamente combinan. Uno de ellos casi parece diseñado para vivir en la Luna o debajo del mar.

No es que el Templo Blanco de Chiang Rai sea, pese a su absoluta molonidad, especialmente popular entre la infinita colección de templos que se pueden ver en Tailandia, pero su nombre empieza a hacerse un hueco en el itinerario de los que viajan por el norte del país. Sin embargo, el Templo Negro o Black House pasa aún desapercibido: figura tan solo en alguna review de internet y el transporte de la zona no facilita llegar hasta él. Con paciencia es posible y totalmente recomendable.

Nos enteramos de su existencia vía un recorte de periódico que había en el museo del propio Templo Blanco. "Situado unos pocos kilómetros al norte del White Temple está su contraposición: el Black". Para ir, las opciones son coger un tuk-tuk o, más divertido, coger en la estación de Chiang Rai cualquier autobús que vaya en dirección norte y pedirle al conductor que pare allí (probablemente sepa dónde es). Desde la carretera no se ve, hay que cruzar algo de campo y finalmente, allí está: un gran complejo, aún sin terminar, con un templo grande y varios pequeñitos decorados en el plan que veis en las fotos.

Chiang Rai se ha hecho famosa internacionalmente por dos templos contemporáneos muy peculiares: El templo Blanco y la casa negra. La casa negra es una especie de templo pero podríamos decir de magia negra. Parece una casa de las brujas de cuento. Altos techos, maderas negras y lleno de animales disecados y huesos en su interior. Desde grandes serpientes a la piel de un par de cocodrilos. Dentro de las estructuras que se pueden encontrar en los alrededores, nosotros vimos también una enorme serpiente viva (encerrada!) así como una lechuza tremendamente grande.

La verdad es que es un lugar muy curioso, aunque despierta cierta incertidumbre estando allí. Seguramente sea esa la intención del autor.

Cuanto menos, curioso. Ideal para verlo después del Templo Blanco, con el que solo tiene en común que los crean arquitectos excéntricos. No es una maravilla, pero si, interesante. Lo mejor, el camino. Alquilamos una moto y nos desviamos por la salida anterior de la carrera, para perdernos por caminos. Paisajes espectaculares