ANADEL
Los precios no son baratos
Hay que admitir que los precios no son baratos, pero pedir un refresco aunque sea para ver esas vistas y disfrutar de la brisa marina merece la pena.
Lo encontrareis en un callejón empedrado que da acceso al faro, queda un poco escondicdo y es uno de mis lugares preferidos de la ciudadela.
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