Decididamente, el paraíso.
BORA BORA - Decididamente. el paraiso
Se encuentra a 270 kms. de Tahití y se accede a través de Morea o del mismo Tahití por medio de una línea de aviones de turbohélice.
Su orografía no permite pista de aterrizaje, además la isla es pequeña, así que la pista de aterrizaje está en un atolón alargado casi a 30’ de Puerto Vaitape, el traslado se hace mediante unas lanchas rápidas llamadas hidroglisser. En el puerto de Vaitape se encuentra el aeropuerto propiamente dicho, además es puerto para las embarcaciones de recreo.
La llegada a Bora Bora es agradable y muy simpática, conforme vas llegando te dan la bienvenida y te ponen el Leis (collar de flores) y la Javiti para las mujeres (corona de flores).
La primera sensación que tuve efue que habia llegado a un sitio especial, muy bello. Flores tropicales por doquier, hibiscos y una fragancia en el ambiente producida por las flores de “tiaré” que ya no te dejará durante toda la estancia.
Lo que tal vez diferencia más Bora Bora de las otras islas son los famosos mares de coral, estos son como unas lagunas interiores que configuran los atolones (islotes pequeños) paradisiacos . El agua del mar, transparente con tonos verdes turquesas, azules intensos y violetas. La gran laguna donde está Bora Bora es de las más bellas del mundo
Vaitape aparte de ser el puerto es también la calle principal, a partir de esta calle está vertebrada toda la población. La zona hotelera está concentrada en Matira.
Los hoteles están dentro de vergeles tropicales, jardines, flores, loros, tucanos.
Las habitaciones son o bien en bungalow separados dentro de inmensos jardines o bien en palafitos encima mismo del agua, algunos con el suelo transparente donde se pueden contemplar los peces.
Jamás habíamos visto tantos peces tropicales, pez payaso, pez trompeta, pez ángel, pez leopardo, pez mariposa, etc.
En los comedores de los hoteles dejan a disposición el pan sobrante para alimentar a los peces, basta salir a la playa, todos los hoteles disponen de playa con servicios de snorkel. Un poco de pan, sumerges la cabeza dentro del agua y entras en un mundo de fantasía y color, impresionantemente bello, realmente estás dentro de una gran acuario.
En la calle Vaitape se encuentra el Museo de la Marina, el centro de protección de tortugas, y también la mayoría de tiendas de venta de pareos, productos de aloe, manoi, vainilla y artesanías y suvenires, siempre más económico que en los hoteles.
Al no existir transporte urbano, es recomendable alquilar un “Funcar” pequeño coche abierto y que te permite autonomía para moverte por la isla.
Los productos más típicos de Bora Bora son el Pareo, consiste en un rectángulo de algodón estampado con exóticos colores, de una sola pieza, Vahine se llama el pareo para las mujeres y Tane el pareo para los hombres, los nativos lo usan el pareo.
El Manoi es un aceite de coco, acelera el bronceado, perfumado con tiaré. Artesanías en madera, conchas y sobre todo la vainilla. La vainilla de la Polinesia está muy apreciada, es de alta calidad y para gourmets, es una vainilla endémica de bayas muy grandes y con una aroma excepcional. Se vende en pequeños saquitos apropiados como suvenir. En el control policial de la salida no ponen absolutamente ningún reparo.
Las “Mammas” se trata de un conjunto musical, baile y coros muy famoso en Bora Bora, no son jovencitas cimbreantes, son más bien abuelas que mientras cantan su repertorio de canciones van confeccionando las artesanías de hoja de palma, sombreros, tocados, bolsos, paneras, etc. artesanías que luego regalan a los espectadores, haciéndoles participar de sus bailes.
Se trata de un espectáculo muy simpático y genuinamente de Bora Bora.
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