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Guisoni es un precioso pueblo situado...
Guisoni es un precioso pueblo situado en el interior de Córcega que posee unos alrededores espectaculares. Está completamente rodeado de montañas y desde el propio pueblo surgen varias rutas de senderismo que tienen un encanto impresionante.
Una de estas rutas es la que asciende hasta la punta del Kyrie Eleïson, la montaña más alta de la zona situada en el sudeste de la localidad. Se trata de un trayecto de unas 3 horas y media de duración aproximadamente que puede hacer todo el mundo, ya que no tiene mucha dificultad. Es conveniente hacerlo con un calzado cómodo pero tampoco es necesario utilizar más equipación.
La ruta desde el comienzo discurre por un bosque increíble que posee unos árboles centenarios espectaculares. Los troncos son impresionantemente gruesos y parecen sacados de los cuentos infantiles.
Hay vegetación por todas partes y eso le da un belleza al lugar abrumadora, se pueden contemplar unos colores extraordinariamente llamativos, pasando de todo tipo de verdes a cientos de rojos, morados, amarillos,etc de las diferentes flores que hay.
A la media hora aproximadamente surge un pequeño río que hay que atravesar por un puente de madera. El sonido del agua junto con el del bosque hace que la tranquilidad invada el ambiente completamente. Es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Cuando se llega a la punta se pueden contemplar unas vistas preciosas del pueblo de Guisoni. Además, durante el recorrido se pueden ver varias granjas y es muy frecuente toparte con animales como vacas e incluso caballos que habitan en esta zona.
El único inconveniente de esta ruta es que no está muy bien señalizada y hay que tener cuidado porque no es nada complicado perderse. Nosotros cogimos un camino equivocado y estuvimos andando durante más de media hora hasta que nos dimos cuenta de que no estábamos en la ruta correcta.
Hay vegetación por todas partes y eso le da un belleza al lugar abrumadora, se pueden contemplar unos colores extraordinariamente llamativos, pasando de todo tipo de verdes a cientos de rojos, morados, amarillos,etc de las diferentes flores que hay.
A la media hora aproximadamente surge un pequeño río que hay que atravesar por un puente de madera. El sonido del agua junto con el del bosque hace que la tranquilidad invada el ambiente completamente. Es un lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Cuando se llega a la punta se pueden contemplar unas vistas preciosas del pueblo de Guisoni. Además, durante el recorrido se pueden ver varias granjas y es muy frecuente toparte con animales como vacas e incluso caballos que habitan en esta zona.
El único inconveniente de esta ruta es que no está muy bien señalizada y hay que tener cuidado porque no es nada complicado perderse. Nosotros cogimos un camino equivocado y estuvimos andando durante más de media hora hasta que nos dimos cuenta de que no estábamos en la ruta correcta.
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