Es una de la experiencias más intensas ...
Es una de la experiencias más intensas que he tenido en el mar (de la que se pueden contar), interactuando con decenas de manta rayas que se dejan acariciar, abrazar y que juguetean pasando entre tus piernas. El tacto es blando y sedoso y el entorno es precioso, en un islote de arena a pocos cientos de metros de la isla San Andrés.