Los túneles del dictador Enver Hoxha
Hasta el año de 1991, Albania era uno de los países más aislados de todo el planeta, bajo el liderazgo del dictador comunista Enver Hoxha. Durante sus años al frente del país balcánico, Hoxha pasó de ser un aliado de Stalin a un líder sin relaciones con el extranjero que siempre temió una inminente invasión por parte de la Unión Soviética y, posteriormente, de Estados Unidos.
Tal era la paranoia de Enver Hoxha por un ataque (que, por cierto, nunca ocurrió), que mandó a construir decenas de miles de bunkers a lo largo y ancho del país. Uno de ellos atravesaba la ciudad de Tirana de punta a punta, conectando la residencia presidencial con un centro de operaciones subterráneo en las montañas a las afueras de la capital. Hoy en día, este bunker ha sido convertido en uno de los museos más interesantes del país, y es un imprescindible para cualquiera que quiera saber más acerca del comunismo y la historia de Albania.